Marcas de bebidas, de automóviles, de cosméticos, de indumentaria, en fin, de todo tipo de productos, vienen modificando su estrategia comercial y tiñendo de verde y colores tierra sus empaques y campañas. En el artículo de este mes profundizamos sobre esta mentira y dejamos tips para no caer en ella.
Navego por internet y una publicidad de productos de higiene personal anuncia “hacer eco” mientras muestra una mujer que elige usar la bici en vez del carro o que entierra raíces junto a niños en la tierra y que obviamente propone “pasarse a Dxxx desodorante comprimido, más amigable con el medio ambiente”. No explica por qué el mismo envase y producto ahora es “más amigable con el planeta”. ¿Será porque ahora es apenas más pequeño y lleva una cinta verde en el diseño del empaque? Greenwashing
Voy camino al trabajo y a través de la ventanilla del bus leo un enorme cartel de una marca de agua embotellada que asegura que su envase está hecho “con base de plantas”. ¿Leyeron eso? El porcentaje de “biodegradable” de una botella plástica es ínfimo y el proceso de producción nada ecológico.
Estoy en el súper, pañales “Bio”, jabón líquido con “bio enzimas”, bebidas “naturales», mucho slogan y mucho verde. La tendencia invade y deja en evidencia una sola cosa: hay preocupación en los consumidores, hay interés por cuidar el medio ambiente. A las empresas no les queda otra que revisar las condiciones de producción o, como venimos viendo, cambiar la estrategia de marketing.
¿QUÉ ES EL GREENWASHING?
El término greenwashing significa, en inglés, lavado verde y proviene de un concepto que es blanqueo de imagen. Lo que hacen las empresas es mostrarle al consumidor que son responsables con el ambiente a través de la publicidad. Lo que generalmente sucede, es que no es del todo cierto.
Esta estrategia funciona directamente sobre el comportamiento de los consumidores. Si estas leyendo este artículo, es probable que elijas comprar productos más ecológicos, pues bien, a nosotros nos interpelan esas publicidades.
Hay distintas formas de hacer greenwashing, por ejemplo, utilizando imágenes en la naturaleza o con muchas plantas, o usar un lenguaje que no tiene sustento científico, que es muy genérico y que es imposible de chequear. Se anteponen mucho las palabras “eco” o “bio” y usan, sobre todo, colores en la paleta de verdes y marrones. Todas estas estrategias dan una idea de consideración o respeto por la naturaleza.
También, hay ciertas marcas que tienen un producto estrella, ecológico, y tratan de darle mucha entidad a ese olvidándose del resto de los productos o no contando nada sobre los procesos de producción donde en general hay poco respeto por el ambiente.

Consumir productos locales de pequeños emprendedores trae múltiples beneficios para el ambiente
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Conversando con la Analista de marketing y publicidad, Bárbara Gaviola, coincidimos en lo más importante: “si las empresas están buscando dar una imagen verde es porque existe esa demanda en la sociedad”. Esto tiene que ponernos contentos, es un gran paso.
“Como consumidores no podemos darnos el lujo de la comodidad a la hora de comprar. No puedo caer en la compra del cepillo de dientes de bamboo que me oferta Cxxxxxx y desconocer que la marca genera muchísimos desperdicios en su producción. Corre la responsabilidad por parte de las empresas, por supuesto, pero somos también los que consumimos los que decidimos sobre la compra de ese producto”, detalla Gaviola.
¿Y qué podemos hacer? Para la Analista, “apuntar siempre a pequeños y medianos productores nos da múltiples beneficios. Como consumidores tenemos proximidad, sabemos de dónde viene, es fácil de descifrar si tiene conciencia ecológica y muchos de ellos sí pueden galardonarse de serlo con conciencia y compromiso. Además, beneficiamos a una parte de la comunidad que es la emprendedora y el dinero circula en la misma comunidad”.
Gaviola agrega que “quedarse con el producto final es omitir el proceso de producción que requiere absolutamente todo lo que consumimos. Y más aún viniendo de las grandes multinacionales que muchas veces tienen sus bases en países con menos regulaciones, donde pueden explotar mejor a su mano de obra y cuya distribución de mercadería conlleva el movimiento que es donde más se emiten gases de efecto invernadero”.

Entre otras cosas, proponemos envases biodegradables para compostar
T&R ES UNA EMPRESA AMBIENTALMENTE RESPONSABLE
Como se viene exponiendo, los temas ambientales están en agenda, sin embargo, parece que en la práctica las empresas aún dejan mucho que desear. La responsabilidad ambiental empresarial tiene que ser mucho más que una iniciativa de reciclaje o de conservación de la energía o el agua a la hora de producir.
Ser una empresa ambientalmente responsable es considerar todos y cada uno de los impactos ecológicos que generan la producción y operación de la empresa y nosotros, desde nuestro humilde lugar, suspiramos profundamente en un gesto de orgullo por pensarnos del lado de la sociedad y no contra ella.
Estamos convencidos de que la conciencia ecológica se contagia, que contagiar, compartir y exigir nos llevará a ser cada día más en esta causa y así lograr una conciencia colectiva que sea capaz de demandar a las empresas y al sector político mejores condiciones y mejores leyes que nos ayuden a frenar el cambio climático, defender lo que todavía no destruimos y revertir las peores acciones ya cometidas.